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Mostrando entradas de mayo, 2020

X Æ A-12 es mi dueño y señor

¡Hola, cernícalo! Tu última carta era bastante perturbadora, ¿estás bien? Lees La broma infinita, ¿por qué te haces daño? Esta semana no estaba muy inspirado, me siento como si estuviera despistado, con ensoñaciones, levitando como una nube. Esta semana, mi carta, es una carta de amor. Mi amor por X Æ A-12. Mano izquerda, mazorca, mano derecha, desechos; mano izquerda, mazorca, mano derecha, desechos; mano izquierda, mazorca, mano derecha; desechos, mano izquierda, mazorca... La máquina arranca a las siete menos diez de la mañana con una pedorreta de borracho. Encadenado con su bramido de desfile de tanques soviéticos. Siete horas al día, seis días a la semana. Desde hace unos meses, he aprendido a conocerla, he estudiado su respiración, sus caprichos, sus enfados. Su nombre es X Æ A-12, de la serie 2012GBC, no se me va de la cabeza. Su funcionamiento es de lo más sencillo: se vuelcan las mazorcas de maíz en su panza abierta hacia el cielo y ella las defeca sob...

Ese actor belga que sale en todas la pelis belgas haciendo de belga

Una vez más, cuando ya no sabía qué llevar al Cash-Converters para seguir pagando el piso, ha sonado el teléfono. Esta vez llamaban para algo bueno. Nada de descargar frigoríficos para una ETT o dar clases particulares de español a algún retrasado. Era para un rodaje: una coproducción belgo-austriaca, de las que pagan bien. A la chef de file le había dado una insolación y necesitaban un sustituto urgentemente. Acepté sin dudarlo y al día siguiente estaba en la rue d'Aerschot de madrugada.   Mi trabajo consistía en encargarme de un rebaño de figurantes hambrientos y parlanchines que soñaban con ser estrellas o llevarse a la boca un plato caliente.   En Reino Unido o América, los figurantes son auténticos profesionales: consiguen memorizar   cada movimiento y reproducirlo a la perfección en cada toma; están sindicados y saben que si el director se dirige a ellos, ese día cobrarán el doble. En otros países, los figurantes no beben durante el rodaje ni desaparecen des...

Noche de mamporros en Vic-Fezensac

¡Saludos, andarríos! Estoy muerto del finde pero riéndome bastante con tu última carta.  Fuimos el sábado con los punkis a las fiestas de un pueblo grande que se llama Vic-Fezensac. Al parecer, son famosas porque siempre hay lío y, la verdad, ha sido una locura de sangre y fluidos. Te cuento. Pim, uno, pum, otro; pim, allá va, pum, le cae la toba. Esta película no tiene nada que ver con nosotros, mejor nos piramos. Espera, espera, que ahí llega el gigante. Calla, no sea que encima nos reparta a nosotros también. Pero si es muy gracioso, como un trol de las cavernas con el brazo en cabestrillo repartiendo con su brazo-maza a los goblins punkis de Toledo. Joder, quién nos mandaría juntarnos con esta tropa, ya sabía yo. Pues si esos trabajan contigo, olvídate de verlos el lunes, van a tener que pasar un mes en cuidados intensivos. Pfuuuuuf, yo quería practicar francés con las niñas del pueblo y ahora tengo a un equipo de rugbymans reventándole la quijada a nuestra cua...

Síndrome de la cabaña

Ayer cené indio y he vuelto a tener pesadillas.  Bajaba a comprar birras y en la calle no se veía un alma. Ni rastro de coches. La ciudad estaba vacía. Parecía un pueblo en junio, antes de que empiecen las vacaciones. La sensación de paz era casi completa si no fuese por todas esas miradas que se me clavaban desde lo alto. Desde sus ventanas mis vecinos me señalaban o sacaban el   móvil para grabarme. Una anciana salió al balcón y me gritó algo incomprensible. Parecían furiosos pero no estoy seguro: todos se cubrían el rostro con mascarillas. Me voy a dormir otra vez. Mañana te escribo más. Me he vuelto a despertar y esta vez no ha sido una pesadilla. Un grito en la habitación de al lado me ha hecho saltar de la cama. He ido a ver qué pasaba. Théo me ha abierto la puerta con toda la delicadeza y finura propias de un skineto bretón con cuerpo de croissant.   Dice que él no ha escuchado nada, que lo he debido de soñar. El suelo de su cuarto es un desastre. Los pl...

La noche que murió Chavela Vargas

¡Hola, recóndito! Ha sido un domingo estranio de lluvia y peña rara así que me ha recordado a una historia que ocurrió en El Muro hace algunos años. No sé si te sonará o habrás oído hablar de esa noche pero te juro que lo que cuentan es verdad porque estuve allí.   Llevaba tres días lloviendo sin parar ni para fumar y necesitaba ir al bar: fuera todo era agua y por dentro necesitaba alcohol. Los sábados no solíamos quedar a una hora concreta sino que íbamos apareciendo poco a poco en el sótano del Muro, según nos dejara la resaca del viernes. Seguía lloviendo y las escaleras de la muralla eran un improvisado tutukisplash de ratas y jeringuillas. Cuando entré en el bar, Floren me recibió desde una de las mesas, removiendo un café.  - Se ha muerto Chavela Vargas. - Ya lo he visto, una pena. - Espero que no nos dé mala suerte. - Mala suerte, ¿por qué?  - A las diez juega el Atleti.   Floren volvió la mirada a su café y al papelillo a medio liar...

Piel de naranja de Valencia

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Ausencia de Dios

¡Hola, mequetrefe! Esta semana no puedo deleitarte con aventuras sicodélicas o con drama rural pero te traigo algo de magia para esta entrega. Para mí es importante porque es el primer poema que escribo en mi vida, y joder, ¿podía haber sido peor, no? Más pretencioso y eso.  Te pido que dibujes un mapa del mundo. No puedes. Tu mundo es el hemisferio norte, lo demás, tierra sin historia. Romano o bárbaro, cuando caiga el muro, ¿contarás las atrocidades que se cometieron?

¡Gloup, Gloup, Gloup!

Llevo unos días viendo a una chica. Bueno, no sé si “chica” es el término adecuado para ella. Es decir, no es un hombre, pero tampoco es precisamente una chavala. Ya me entiendes. Nada serio. Ya veremos. Sólo te digo todo esto por si dejo de dar noticias. Creo que deberías estar al tanto. Puede que un día un informático en Valencia se entere de que su mujer le es infiel y decida tomarse la justicia por su mano. Pero ya te hablaré otro día de ella. Llevo casi una semana sin probar una gota de alcohol y nunca antes se habían torcido tanto las cosas. Peor que los sanfermines aquellos, cuando me comí una piña con cáscara. Con decirte que he estado a poco de acabar en el calabozo. Volvía de ver un maratón de cine polaco en la Cinemateca. Era tarde y tenía el cerebro hecho papilla. Al pasar por una callejuela del centro, me encontré con un garito que no había visto nunca. Parecía un espejismo salido de la nada. Mientras los restaurantes para turistas desmontaban sus terrazas, un rit...

Cuando muera, id a buscarme al estante del babybel

¡Hola, papanatas! Esta semana he estado un poco espiritual y misterioso así que, de ahora en adelante, te pido que leas esta carta con acento argentino, sábe, como si fuera el gordo Casciari, pibe. Sho estoy viviendo un cultural shock importante, como decís vos en vuestra carta, pero el mío es con la cultura de la muerte. Te explico. En nuestra cabaña en el pueblo, con D. y J. hemos empezado un juego que podríamos llamar: "camina en la oscuridad lo más lejos que puedas". En la enormidad de la noche, gana el que más lejos se ha ido por el camino. Es una experiencia perturbadora andar en el mundo de las sombras. Te lo recomiendo. Salimos a andar de uno en uno, así que, cuando llegó mi turno, a medio camino entre la casa y la carretera nacional, por una pista de gravilla con cunetas de medio metro a cada lado, tuve una revelación sobre la muerte y la reencarnación. Resulta que cuando te mueres no desapareces, no te fundes a negro; sino que te conviert...

Mundos paralelos

¡La madre que me parió! Acabo de llegar a casa y estoy de barro hasta las rodillas. Llego a pasar un día más en aquella pocilga y hubiese acabado por gruñir como un cerdo. No siento los dedos de la mano y espero que los de los pies aún sigan ahí cuando me quite la botas. Como te dije la semana pasada, llevo unos días que no consigo concentrarme en nada. Para encontrar algo de inspiración decidí escaparme unos días con unos amigos actores que estaban de residencia en una cabañita perdida en las Ardenas. Sonaba como el retiro perfecto. Las residencias artísticas se podrían resumir como las vacaciones de la gente que no acostumbra a irse de vacaciones. Durante un par de semanas, un grupo de artistas olvidan sus trabajos de camareros y de reponedores para jugar a ser Mary Shelley en la Villa Diodati. Las distintas fases de creación son, a su vez, acompañadas por pequeños banquetes, siestas, lecturas dilatadas de poesía y ensayos, muchas latas de cerveza, discusiones acaloradas hasta ...